Una celebración familiar en una terraza veraniega

Madrid por todos es sabido, que es una ciudad en la que a partir de finales de Abril se  convierte en una privilegiada sucursal del infierno, por las elevadísimas temperaturas de  las que gozamos y el ambiente inhóspito que crea el calor, los gases que lanzan al ambiente, automóviles y demás aparatos… 
Un remedio que existe para luchar contra esas temperaturas caniculares que menciono, está en el atardecer, cuando parece que el calor da un pequeño alivio, sentarse en alguna terraza protegida, a combatir el calor, ya  el sol que está en retirada, y no molesta tanto,  tomando una fría cerveza.

La otra tarde, al llegar a una cervecería a la que voy con una cierta frecuencia, me encuentro con varias mesas juntas, esperando la llegada de una serie de personas que iban a celebrar algo…, pasa algún tiempo, y comenzaron a llegar con cuentagotas las personas invitadas a la fiesta.

Primer problema: ¿quién se sienta junto a quién?, hay un primer esquema de colocación que se rompe pronto, con la llegada de nuevos invitados, lo que provoca una modificación absoluta de la colocación de los mismos en las mesas, vuelve a instaurarse una cierta calma, que tarda poco en romperse con la llegada de la persona a la que se pretendía agasajar. Gritos, corrimiento de sillas, saludos más o menos entusiastas entre los invitados y el agasajado,  ¿dónde se ubica éste para no herir susceptibilidades de todo tipo, que en estos actos suelen surgir?...

Segundo problema: una vez solucionados los de protocolo. ¿Qué pedir? , aparece un camarero primero, para anotar las apetencias de bebidas del animado grupo, se coloca en un extremo de la larga mesa, se vuelven a repetir los gritos, ¡¡¡ no se entiende nadie!!! ,  el camarero arregla el asunto con eficacia y profesionalidad, cuaderno en ristre va recorriendo la larga mesa, preguntando uno a uno lo que quiere, cosa que repite con la comida.

A destacar la alegría y felicidad en las caras de los invitados cuando llega la tan ansiada bebida y comida. También oigo atónito ya que la mesa que ocupo está pegada al grupo,¡¡¡ mira que mierda y para esto estoy pasando tanto calor…!!!…

Ya he oído bastante, me voy a mi casa…. ¡¡¡Bonita fiesta!!!

¡¡¡ Cómo está el mundo!!! , ¡¡¡ Qué asco!!!








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