Bodegas La Rioja Alta

Desde 1890, el tiempo y la paciencia han sido el secreto de las Bodegas La Rioja Alta, S.A. Además, las largas e inteligentes estancias en madera constituyen sus señas de identidad. El tinto 890 alcanza los quince años, siempre a partir de cosechas excepcionales: un año en depósito, ocho en barrica y seis en botella. El Gran Reserva 904 llega a los diez años, con un año en depósito, cinco en barrica y cuatro en botella.

El vino “Viña Ardanza” representa el modelo de Rioja. La marca fue registrada en 1942 aunque es posible que se elaborara antes, ya que el apellido que le dio nombre perteneció a Alfredo Arlanza, uno de los antiguos accionistas. En 1904 este propuso la fusión de La Rioja Alta con su empresa Bodegas Ardanza, naciendo la marca 904, que coincidió con una de las mejores cosechas de la historia de La Rioja.

El Viña Arana apareció en 1974, y se presentó inicialmente como crianza pero más tarde se vendió como reserva, con un año en depósito, tres años en madera y reposa 24 meses en la botella.

Cuatro años más tarde nació el Viña Alberdi, en vino más joven de la casa, con un año en depósito, dos en barrica, dos en botella. Todos ellos, junto con el Viña Ardanza Blanco Reserva conforman la foto de familia de la bodega.

La historia de la firma comienza en julio de 1890 cuando cinco vinicultores firman la Sociedad Vinícola de la Rioja Alta, instalándose en el famoso “Barrio de la Estación” de Haro.








La bodega está formada por más de 300 accionistas, aunque la mayoría del capital pertenezca a unas pocas familias, las mismas que han puesto en marcha un ambicioso plan d ampliación. En esta nueva estrategia está presente la finca “Larrazuri”, en Labastida, en la que se encuentran 20 ha de viñedo. En medio, una espectacular bodega con una gran nave de fermentación, tonelería propia y una sala de crianza con capacidad para más de 25.000 barricas.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Segovia es asado, el asado es Segovia.

Tempus fugit

Saber retirarse a tiempo