CAFÉS Y CAFETERIAS
Hubo un tiempo en que los seres humanos no teníamos prisa, o por lo menos no una prisa estresante como la que hoy nos aqueja. El ser humano vivía con más parsimonia, tenía tiempo para relacionarse y disfrutar con tranquilidad, repito con tranquilidad del mundo que le rodeaba todo esto lo hacia sentado y atendido por un solicito y pesado camarero en un templo donde podía ver el mundo, observar a sus congéneres, leer el PERIÓDICO cosa rarisima de papel, hoy sustituido por extraños artilugios electrónicos que nos meten en el sistema limbico píldoras de actualidad, era el CAFÉ, donde el tiempo pasaba poco a poco. El paso de los años aceleró la vida y entonces esa vieja y sana costumbre del café y mirar, tuvo que empezar a cambiar, en una idea de funcionalidad, nos preguntamos ¿porque hay que sentarse para tomarse un café?¿el periódico tiene muchas paginas, porque no lo leemos en los largos trayectos de los medios de transporte, si es que encontramos algún asiento, en esos insospe