El pobre Boniato
Tubérculo grandioso que, modesto, acomete aventuras de siembras y de recolecciones pedrusco que ha caído de antiguos torreones o de los domingueros provincianos templetes. Patata memorable enferma de diabetes, sin insulinas suaves en dulces inyecciones; topo alegre y grisáceo, que brindas y propones la palidez sabrosa de tus fríos mofletes. Tu prima la Batata, de más rango y pureza desprecia tus orígenes y tu naturaleza; extraña mezcolanza de postre y primer plato. Y aunque pariente pobre, con tal gusto te ofreces, que un corazón asado partido en dos pareces, ¡oh español, benemérito y heroico boniato! Salvador Rueda