Misteriosa presencia
r
racimos ya cuajados rompen vedas
florestas
dando salvas cazadores
codorniz
en ventana ¡dormidores!
acogedla
en los cotos de las sedas.
¡Plumas
infaustas viento no las cedas!
tropel
madrugador de sumidores
pulcros
caños en pos de voladores
venas
del aire esparcen por veredas.
Tú mi
caza mayor, azul de vuelo,
ni
sola pieza en busca salgo al día,
mi
pájaro feliz, mi tordo amargo,
cerca
me pasas, cerca te veía,
más no
quise tu sangre aciago duelo,
y
oprimido dejé pasaras largo.
Juan
Gil-Albert (1906-1994)
Comentarios
Publicar un comentario