El pobre Boniato

Tubérculo grandioso que, modesto, acomete
aventuras de siembras y de recolecciones
pedrusco que ha caído de antiguos torreones
o de los domingueros provincianos templetes.

Patata memorable enferma de diabetes,
sin insulinas suaves en dulces inyecciones;
topo alegre y grisáceo, que brindas y propones
la palidez sabrosa de tus fríos mofletes.

Tu prima la Batata, de más rango y pureza
desprecia tus orígenes y tu naturaleza;
extraña mezcolanza de postre y primer plato.

Y aunque pariente pobre, con tal gusto te ofreces,
que un corazón asado partido en dos pareces,
¡oh español, benemérito y heroico boniato!

Salvador Rueda









Comentarios

Entradas populares de este blog

Segovia es asado, el asado es Segovia.

Tempus fugit

Saber retirarse a tiempo