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Mostrando entradas de febrero, 2019

Un Cancionero amoroso, escrito en el XX

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EL RAYO QUE NO CESA, es el título de un libro de poemas escrito por MIGUEL HERNÁNDEZ GILABERT (Orihuela 30 octubre 1910/Alicante 28 marzo 1942), publicado por primera vez en 1936 por Espasa Calpe. Se trata de un poemario de temática amorosa, inspirado por su amante MARUJA MALLO (pintora surrealista española) y compuesto principalmente por sonetos, es probablemente la obra más acabada y perfecta del poeta, incluye la famosa “ELEGIA A RAMÓN SIJE” a consecuencia de la muerte repentina del amigo y maestro del poeta. El amor aparece en la obra tratado de un modo que resulta cercano al de los cancioneros medievales, en especial el Cancionero de Petrarca, la amada es idealizada y presentada como una causa de sufrimiento para el poeta, y destinaria expresa de gran parte de las composiciones.. El rayo que no cesa... Como el toro he nacido para el luto y el dolor, como el toro estoy marcado por un hierro infernal en el costado y por varón en la ingle

Sabes cuando entras, pero...

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...no sabes cuando sales. Esto ocurre, por desgracia en “EL CAFÉ COMERCIAL”, precioso café-restaurante restaurado con gran acierto hace algunos años. La cocina del restaurante buena, muy buena y a poco que insista puede llegar muy alto dentro del panorama gastronómico madrileño tan cargado de muy buenas propuestas. Soy visitante asiduo del establecimiento, notando desde el primer día que   en una primera época, por la inexperiencia y posteriormente por la disminución de personal de atención al público (camareros entrenados) ha hecho que el título de este escrito, se cumpla totalmente, es una pena por la belleza del local, la magnífica cocina y la gran aceptación del público asistente y por qué no decirlo la poquísima gente que atiende, se multiplica por diez, pero no dan abasto, son muchos clientes...¿contratar más gente, no lo han pensado...?. Entramos ayer a las 21,05 y salimos s 22,26 por fin, retrasos todos (comanda, servicio, factura...).Ah, se me olvidaba, solamente éramos

Elecciones a manta

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En este año que estamos viviendo de 2019, suenan las campanas de todas las torres de nuestro país. Gobierno, ayuntamientos, comunidades y ciudades autónomas, incluso el Parlamento Europeo nos llaman a rebato para participar en distintas elecciones para miembros electos de los mismos. En los organismos municipales, autonómicos y europeos, porque se ha cumplido el mandato de cuatro años, del que estaban investidos los anteriores miembros. El gobierno actual, se ha visto obligado a convocar elecciones generales por carecer en las cortes de la mayoría necesaria y ser apoyado por un grupo parlamentario exiguo, con el que no tiene ninguna posibilidad de aprobar ninguna ley o proposición de ley, sin pactar con grupos de ideología diametralmente opuesta a la suya.   Los españoles se toman muy en broma, este ejercicio máximo de democracia, que son las elecciones. Ninguno o casi ningún ciudadano, se toma la molestia de leerse los programas de los distintos partidos políticos (farragoso

No puedes destacar, más que yo

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En una colectividad debidamente estructurada entra alguien nuevo, y alguien que ya está dentro se siente amenazado por la presencia y condiciones del novato y   procurara por todos los medios a su alcance hacer todo lo posible porque no destaque. El denominado síndrome de Procusto hace referencia a la tendencia que poseen algunas personas, empresas e inclusive sociedades a rechazar a aquellos con características diferentes a las propias por miedo a ser superados o cuestionados por ellos. Se tiende a intentar mantener una uniformidad constante en la que las divergencias son mal vistas y en muchos casos castigadas. Procusto, personaje mitológico griego, que da nombre a este trastorno, era un bandido y posadero del Ática. Era hijo de Poseidón, y según algunos un gigante. Tenía su casa en las colinas, donde ofrecía posada a los viajeros solitarios. Allí los invitaba a tumbarse en una cama de hierro, donde, mientras el viajero dormía y ataba a las cuatro esqu

El engaño del reciclaje

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El   progresivo deterioro ambiental en el mundo, por acumulación de basuras de todo tipo, está siendo imparable en todos los países del mundo, que se aprestan a evitar reduciendo su incidencia, reconvirtiendo (reciclando) sus basuras, dentro de los cuales España no es una excepción, pero con matices... Las estanterías y lineales de casi todos nuestros comercios, sobre todo los de alimentación, se han ido llenando de una variedad de envases para productos que hasta hace unos años se vendían directamente: frutas, carne, pan...se nos presentan ahora en bandejas y otros formatos que van directamente a la basura, sin que el consumidor pueda hacer gran cosa para evitar la invasión. Los contenedores específicos de varios colores, que llenan las calles de ciudades y pueblos por todos lados, apoyando su uso con tremendas campañas publicitarias en todos los medios, son un gran engaño a los ciudadanos, que afirman que “reciclan” sus basuras al depositarlas en sus

Sobras alimenticias...

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Se llaman así a los restos comestibles que no se consumen de una comida cuando todos los comensales han terminado. Los restos que no se consideran comestibles (huesos, espinas y pieles de algunas frutas y verduras), no se clasifican como sobras, sino como basura. Aunque pueden considerarse también como sobras aquellos alimentos que tras haber sido procesados en la cocina, no se consumen por cualquier circunstancia. El saberlas emplear en nuevos platos es objeto de estudio y en muchas ocasiones se publican magníficos libros sobre el tema. La magnífica cocina española, tiene en sus recetarios antiguos y modernos excelentes creaciones con sobras. Aquí, solo quiero hablar de dos, realmente memorables, CROQUETAS y ROPA VIEJA. Las primeras son fritos de una masa donde con la harina se puede mezclar cualquier sobra (pollo, gambas, pescado crudo o frito, morcilla, carnes diversas...) dando por resultado unos bocados auténticamente exquisitos. LA ROPA VIEJA, es una originalísima maner

No quiero, servicio de aperitivo...

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Una dadiva o regalo que se hace voluntariamente o por costumbre para demostrar la atención, el respeto o el afecto que merece alguien o se tiene por alguien, así define el DRAE, la palabra CORTESIA. Esta CORTESIA, era una palabra y debería seguir siendo, santo y seña en los restaurantes, ya no solamente en la forma cortes de tratar al cliente sino en el detalle que tenían con el mismo de ofrecerle un aperitivo gratuitamente (cortesía de la casa), antes de tomarle la comanda y que le entretuviera hasta el comienzo de la comida o cena, propiamente dicha. Era una cosa que a todo el mundo gustaba y que a la postre se agradecía, la atención. Pero el tiempo pasa y nos encontramos actualmente con que la restauración, sobre todo de nivel medio, alto y altísimo, es un negocio    que ha tenido múltiples aperturas en las grandes ciudades   y que se va incrementando de una manera meteórica. Ante esta situación alguien pensó: Hay que aprovecharse de la oportunidad comercial favorable