Sabes cuando entras, pero...


...no sabes cuando sales. Esto ocurre, por desgracia en “EL CAFÉ COMERCIAL”, precioso café-restaurante restaurado con gran acierto hace algunos años. La cocina del restaurante buena, muy buena y a poco que insista puede llegar muy alto dentro del panorama gastronómico madrileño tan cargado de muy buenas propuestas.

Soy visitante asiduo del establecimiento, notando desde el primer día que  en una primera época, por la inexperiencia y posteriormente por la disminución de personal de atención al público (camareros entrenados) ha hecho que el título de este escrito, se cumpla totalmente, es una pena por la belleza del local, la magnífica cocina y la gran aceptación del público asistente y por qué no decirlo la poquísima gente que atiende, se multiplica por diez, pero no dan abasto, son muchos clientes...¿contratar más gente, no lo han pensado...?. Entramos ayer a las 21,05 y salimos s 22,26 por fin, retrasos todos (comanda, servicio, factura...).Ah, se me olvidaba, solamente éramos dos personas a servir.

Después de la espera comimos: una ración de las excelentes croquetas de la casa (jamón y camarones), otra de mollejas sabrosísimas y de excelente textura, de postre, una riquísima torrija caramelizada, regado todo con un rioja tinto crianza VILLA EIZAGA (bastante bueno).








Después de ese tardío refrigerio y ya paseando por la noche contaminada madrileña, yo me preguntaba ¿Cómo no encuentran la solución, si es muy fácil?  CONTRATAR MÁS GENTE, para que el servicio, este a la altura del local, posibilidades e historia y siga siendo un sitio de elección 0RIGINAL&CASTIZO.

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