Chapuzas preelectorales
Están
próximas a celebrarse en mi país, multitud de elecciones para concejales de ayuntamientos, diputados de
comunidades autónomas y miembros del Parlamento Europeo, si a esto se añade,
posiblemente las generales, para diputados nacionales, el panorama es risueño y
encantador, democráticamente hablando. Esto da lugar a las famosas “chapuzas preelectorales”,
lo que no se ha hecho en cuatro años y entonces lo que se prometió, se pretende
hacer tarde y mal, en unas pocas semanas.
Madrid,
la capital del Reino, desde hace muchos años, no ha tenido suerte con sus
alcaldes y sus respectivos equipos de gobierno; si uno era malo, el siguiente
ha sido peor.
La
Villa del Oso y el Madroño hoy, presenta el aspecto de una ciudad sucia y
desorganizada. En el centro nos podemos encontrar: calles con los pavimentos
rotos o mal colocados, ocasionando accidentes a los viandantes que circulan por
ellas, los cuales han denunciado, en varias ocasiones al ayuntamiento por
imprudencia. La presencia de lo que antiguamente, se llamaban
“barrenderos” una pura entelequia,
retirar basura y baldear las aceras operaciones de otros tiempos
(preconstitucionales) y así sucesivamente...Eso sí muchos planes faraónicos
(movilidad, limpieza, medio ambiente...) para degradar Madrid a la condición de
poblachón manchego, su origen.
Pero
se acerca milagrosamente el periodo electoral, los puestos sustanciosos están
en juego, hay que hacer algo sea como sea, para dar la sensación de una
actividad de hacer cosas, ausente hasta esta época preelectoral, en tiempos
pasados.
Así
surgen fantasmagóricamente empleados de la limpieza que barren parte de una
calle, la otra ya se limpiara otro día. Parches de asfalto, colocados de forma
absurda, en pasos de peatones destrozados lo que los hace aún más peligrosos.
Centros de día para mayores vacíos, sin usuarios que los utilicen. Promesa de
futuras regulaciones de circulación de bicicletas y patines por las aceras,
para que no se carguen a los pacíficos peatones que circulan por las mismas...
Lo malo pienso yo, resabiado por mis experiencias de los ya muchos años vividos
, que los nuevos ediles y diputados, harán bueno el famoso dicho “OTROS VENDRAN QUE BUENO ME HARAN”, dejaran pasar casi cuatro años sin hacer nada practico y esperaran para las últimas semanas del mandato la realización de LAS TRADICIONALES CHAPUZAS PREELECTORALES.
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