El Bloguero Calvo, cierra temporalmente y se va de vacaciones.
Madrid me agota, hemos pasado una primavera prácticamente con tiempo tormentoso a diario, lo que llevamos de verano unas temperaturas altísimas y todo eso sin solución de continuidad. El ambiente continuamente caliginoso, pesado, seco. Aquel airecillo famoso matritense, que era capaz de matar a una persona pero que no apagaba un pabilo de vela, también desaparecido. ¡¡¡ Un vergel !!!. Hay que irse a otros sitios, donde cobrar energías y tratar de mejorar algo, mi ya vetusto cuerpo maltrecho. Necesito que esa luz purísima con la que ilumina el sol aquí, bañe mi cuerpo. La luminosidad y la coloración natural más perfecta se posesiona de la tierra y el mar. Estoy hablando de una tierra insular maravillosa, muy querida por mí; LA ISLA DE GRAN CANARIA, refugio donde encuentro siempre, lo que no encuentro en la tórrida Meseta Central. A orillas del Océano Atlántico y amparado por la sombra majestuosa que proyecta el Padre Teide, desde la isla hermana de Tenerife,