La impuntualidad
La persona que no suele
llegar o no llega a la hora convenida o anunciada, se trata de un personaje
impuntual. Aunque también puede ser alguien que entrega un trabajo más tarde
del momento convenido o que en el relato puntual de unos hechos, no se atiene a
la verdad.
El hecho de llegar tarde a
una cita, ser impuntual en una palabra, se está extendiendo en nuestros
entornos, como una verdadera plaga social. En las grandes ciudades, la
impuntualidad si es esporádica puede tener una justificación en la dificultad y
problemática que supone el desplazamiento por las mismas, pero si esta es
reiterativa, estamos ante una persona impuntual, pura y dura.
Existe hoy una de esas
erisipelas sociales (modos que aparecen y desaparecen de forma repentina, nadie
sabe cómo), que consiste en no tener reloj de pulsera, porque encierran al ser
humano entre las agujas del tiempo y les resta LIBERTAD, piensan en los relojes
de sol o semejantes para llegar a tiempo a sus citas y que en último caso,
mirar el celular que, para eso está el móvil...
Hay personas de carácter
vanidoso-egocentrista-histriónico, que piensan que el llegar tarde a algo, va a
concitar la atención de los demás hacia ellas, las van a convertir en las auténticas protagonistas de cualquier reunión, donde van
a brillar de manera importante y con luz propia.
La impuntualidad, es usada
por algunas personas como gancho amoroso y test del interés que despiertan en
el otro. Se espera lo que se quiere e interesa, haciendo de la impuntualidad,
elemento activador de la presunta pasión. ¡¡¡ Grave equivocación!!!
La impuntualidad, para mi es
una descortesía y una falta de respeto para los que esperan, ha habido un
acuerdo previo entre todos, en una hora para encontrarse y el no llegar a
tiempo, es como no cumplir un contrato firmado de antemano.
¡¡¡ MIDAMOS NUESTRAS
POSIBILIDADES, A LA HORA DE ESTABLECER UNA CITA Y CUMPLAMOSLA, ESO DEMOSTRARA
QUE SOMOS DIGNOS DE CONFIANZA, EN ESO Y EN TODO!!!
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