El bloguero calvo setentón

  Este pensamiento le vino a la cabeza, a un conocido mío cuando recibió como un jarro de agua fría, un desabrido e hiriente “buenos días” por parte de su mujer, demostrando esta, un enfado paroxístico con él. Mi amigo tuvo calma, no contesto otro exabrupto y se puso a pensar, el porqué de tan lamentable actuación. No encontró motivo, al acostarse estaba normal y ha amanecido con la hiel del odio en los labios, por eso pensó “¿Cómo no haya sido durmiendo?”, no he tenido tiempo consciente de ofenderla o cometer una falta tan grave como parece. He estado durmiendo junto a ella Hay un tipo de personas que les encanta asumir siempre el papel de víctimas de lo que sea, el motivo no importa, el caso es quejarse para poner en un brete a su compañero/a y someterlo a su tiranía y también a sus manejos de todo orden. Existen personalidades que tienen un egocentrismo tan acendrado, para compensar su baja autoestima que siempre tienen que estar maquinando algo para “imponer a su entorno” su volu

  La conversación es algo extremadamente habitual en nuestras vidas (somos lo que conversamos): desde que abrimos los ojos hasta que nos entregamos al sueño, nuestro día a día esta lleno de intercambios comunicativos que tejen nuestras relaciones y construyen nuestra imagen en los distintos grupos sociales a los que pertenecemos. Este es el tema que trata de una manera amplia, amena y muy didáctica, la PROFESORA ESTRELLA MONTOLÍO, en un libro de reciente aparición “COSAS QUE PASAN CUANDO CONVERSAMOS”, en Ariel. En este curioso libro, que acabo de leer, se puede descubrir cual es el resultado de que los hablantes infrinjan las leyes implícitas que, aunque no lo parezca, rigen nuestras conversaciones y en qué medida los diálogos afectan nuestra felicidad. Cuando dos personas conversan, sus cerebros comienzan a trabajar de forma simultánea, conectándose y estableciendo un vínculo único. Pero ¿Qué esas personas hablen al mismo tiempo o se interrumpan con frecuencia? ¿Cómo podemos expre

  De siempre y entre la masa de los seres humanos que pueblan el mundo, surgen tipos singulares que, con una conducta y un comportamiento al margen de la normalidad del resto, se encargan de distorsionar y alterar la vida de sus congéneres, tratando de conseguir una preponderancia y unas ventajas a las que sus cualidades personales no les da derecho. Nos encontramos con adultos que han construido su vida (tanto afectiva como de relación), sobre el más refinado manejar a los demás para conseguir sus objetivos (con rabietas y perras infantiles, hasta tiránicas imposiciones de alcances mayores…) siempre egocéntricos y de exaltación paroxística de su propio yo (bastante pobre, por cierto). Todo empieza por sacar en su círculo íntimo, una petición bien de algo o petición de hacer algo, totalmente extemporánea y fuera de lugar. Su intimidad, se lo hace ver, o mejor dicho intenta hacérselo ver, cosa que nuestro personaje nunca aceptara. Se lo niegan (familia, trabajo, amistades…) porque