Ejemplar caprichoso típico

 


De siempre y entre la masa de los seres humanos que pueblan el mundo, surgen tipos singulares que, con una conducta y un comportamiento al margen de la normalidad del resto, se encargan de distorsionar y alterar la vida de sus congéneres, tratando de conseguir una preponderancia y unas ventajas a las que sus cualidades personales no les da derecho.

Nos encontramos con adultos que han construido su vida (tanto afectiva como de relación), sobre el más refinado manejar a los demás para conseguir sus objetivos (con rabietas y perras infantiles, hasta tiránicas imposiciones de alcances mayores…) siempre egocéntricos y de exaltación paroxística de su propio yo (bastante pobre, por cierto).


Todo empieza por sacar en su círculo íntimo, una petición bien de algo o petición de hacer algo, totalmente extemporánea y fuera de lugar. Su intimidad, se lo hace ver, o mejor dicho intenta hacérselo ver, cosa que nuestro personaje nunca aceptara. Se lo niegan (familia, trabajo, amistades…) porque se trata de ella a la que quieren fastidiar (Ahí comienza a funcionar la vena histriónica del personaje) usa de todos los medios expresivos a su alcance (demostraciones de asombro, soberbia e incredulidad, lloros (mares de lágrimas, lamentos y gritos). Si con esa florida representación gestual-dramática, no logran su histérico objetivo, pasa a la segunda fase, más resolutiva, menos educada. Y esta consisten en lanzar a los otros, baterías de insultos de grueso calibre acompañadas de descalificaciones personales de todo orden (personales, morales o laborales o todo a la vez), insistiendo que le hacen ese feo, se lo hacen a la persona por ser quien es (la única normal, en el grupo). Una vez afrontada la situación de esta manera y con resultado negativo por supuesto, decide usar el arma más letal que cree tener a su alcance (padres-hijos, matrimonios, amigos, vecinos…) DEJAR DE HABLAR A TODOS LOS INTERVINIENTES en el affaire, para lograr forzar por fin su voluntad y plegarse a sus deseos, encerrándose en un mutismo total, ante la sorpresa y satisfacción de los que han aguantado sus embates descompuestos.


Tienen todos estos personajes, un defecto profundo educacional. Han conseguido todo lo que se les ha ocurrido por las bravas, ante el temor de sus íntimos de despertar sus iras, con una oportuna negativa. Nadie les ha puesto límites a sus alocadas proposiciones de toda índole.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Segovia es asado, el asado es Segovia.

Tempus fugit

Saber retirarse a tiempo