Escenas sanitarias de verano
Madrid, climatológicamente hablando es una ciudad de extremos. En invierno
los fríos son notables, donde según el acervo popular, el vientecillo del norte procedente de la vecina Sierra de Guadarrama no
tiene fuerza para apagar un candil, pero si la capacidad de llevarse a
alguien al otro mundo de una completa
pulmonía. En cambio el verano es la toma de posesión en estas tierras de
las temperaturas saharianas más extremas.
Estos
calores madrileños tienen una influencia señaladísima en el carácter y
actuación de sus habitantes, en todos los aspectos de sus vidas, dicho esto
quiero fijarme en una pequeña anécdota,
que me sucedió el otro día.
Los
que por motivo de edad, ya pertenecemos a generaciones pasadas no pasadísimas,
tenemos como los viejos automóviles que
estar haciéndonos revisiones médicas casi constantes, o sea I.T.V como digo yo. Tenía una cita para
que me realizaran un electrocardiograma,
pero la hora que me dieron no me convenía porque era demasiado temprano.
Llamé
al moderno centro de gestión de citas de
la sanidad madrileña y a la amabilísima funcionaria que me atendió, le
expuse mi deseo de retrasar el horario de la prueba. Me expone en principio la
dificultad de lo que la pedía, ya que todas las horas de ese día estaban ¡¡¡ llenas, llenísimas ¡¡¡ finalmente
después de mucho mirar me encuentra un hueco, a las 20:10 horas de ese día.
Esta hora, si se ajustaba a mis necesidades, yo encantado, agradezco la gestión a la empleada y cuelgo.
Pero cuál es mi sorpresa, que sobre las 16:00 horas del día de
la prueba, me llaman por teléfono para indicarme que cuando quisiera podía
pasar por el Centro Sanitario a
realizarme el ya señalado electro. Ante esa llamada que recibo comienzo a
pensar, ya sé que esto es una muy mala
costumbre, pero que se va a hacer… ¿ha
habido una matanza general de enfermos, y por eso hay estos huecazos? ¿Hay una
disfunción entre las agendas digitales de citas y la realidad diaria? o ¿es
el calor madrileño que provoca sopor hasta a los enfermos, se olvidan de las
citas y de sus males?…para que seguir…¡¡¡
qué mundo ¡¡¡.
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