Breviario para un Político (17)
No
des la impresión de ser experimentado en el vicio y, sobre todo, no censures
jamás con excesiva violencia los vicios ajenos: serías sospechoso de los
mismos.
Si
un delator acude a ti para lanzar acusaciones contra alguien, haz ver no sólo que estas al corriente, si no
que sabes mucho más que el propio delator. Su reacción será añadir más detalles
y precisiones, y te informara de muchas cosas que de otro modo no te habría
revelado.
El
hombre que habla con voz afectada, subrayando sus palabras con tosecillas,
generalmente es un ser anodino e impresentable, inclinado con exceso a todo
tipo de placeres permitidos o prohibidos. Lo mismo debe decirse de esos
caballeretes que van siempre emperejilados, untados y ensortijados, que solo
buscan llamar la atención y miran con el rabillo del ojo a los muchachos o a
las muchachas, sobre todo a los casi adolescentes.
Los
hipócritas siempre están dispuestos a esparcir noticias y rumores. Les veras
aprobar sistemáticamente todo lo que haces y, por supuesto, representaran ante
ti la comedia de la amistad; pero si en tu presencia se complacen en criticar a
otro, ten cuidado: no tardaran en tratarte exactamente de la misma manera.
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