Comprar un libro

En la vida actual todo se compra y se vende. Es esto,  por nuestra parte un continuo ejercicio de elegir cosas, que puedan resolver nuestras carencias y necesidades vitales, materiales, espirituales y  por otras creadas artificialmente fruto de la publicidad que nos martillea por doquier.

¿No habéis sentido nunca la necesidad de interpretar lo que le ocurre a una persona en su interior y así conocerlo?. ¡¡¡ Eso es leer, tenemos necesidad de leer ¡!!

Las librerías son establecimientos comerciales dedicados a vender libros y e-Books (libros electrónicos), estos se exhiben en mostradores y estanterías kilométricas donde se muestran para despertar nuestra atención. La elección de un libro, siempre es un acto difícil. Si es para regalar, siempre nos preguntaremos, ¿acertaremos? . Si es para nuestro propio consumo, hay juegan más factores y hay que hacerse determinadas preguntas: ¿tengo un título pensado?, ¿por qué?, ¿qué espero yo sacar en limpio con la lectura de la obra?...

Para mi comprar un libro, ha constituido un ejercicio delicioso, rayano casi en lo erótico. Yo casi nunca llevo un título “in mente”. Cuando visito una librería, me lleva el amor al libro por el libro. Habrá mayor placer que recorrer los pasillos de una librería, donde los libros están colocados , mostrando sus esplendorosos lomos, como carteles propagandísticos para nosotros, diciéndonos lo mucho bueno que guardan sus páginas y lo útil  que va ser para el desarrollo de nuestras vidas, los pensamientos, ideas y tramas que los autores plasmaron en sus páginas. El olor a tinta y papel es absolutamente embriagador. Abre un ejemplar y acaricia con la mano el papel, este parece que adquiere tintes humanos, esta sensación no se consigue  con e-books (¿porque no libros electrónicos?, en español es mucho más ejemplificador).

Siempre que realizo una de las que yo llamo visitas casi místicas a una librería, me enamoro de un libro que me parece me mira con más intensidad que los otros desde las estanterías y cosa curiosa su contenido es siempre el que más me conviene en ese momento a mi estado de ánimo.  ¡¡¡ El milagro de los libros!!!