Romance a la muerte de Olivares III parte

…Al fin murió el Conde-Duque,
plegue al cielo que así sea;
si es verdad, España, albricias,
y si no, lealtad, paciencia.

que hay ya nuevas donde el gusto
con la duda se conserva,
que también una alegría
mata como una tristeza.

Entre si es o no es así
al sueño le pido treguas
una noche, descansando
de las dudas que me inquietan.

Soñé, pues, que, muerto el Conde,
llegó del cielo a las puertas,
sin ver fueron arrojadas
de él la ambición y soberbia.

Sacó luego para abrirlas
dorada llave maestra,
pero ni el oro ni el hierro
no puede ser que allí quepan.

Mas, ¿Por qué no llamó entonces
a San Pedro que le abriera?
Porque, a poder, le quitara
este cargo su insolencia….









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