Sonetos del amor oscuro (2)
Aquí
entiende el amor como un sentimiento asexuado que las más de las veces le hace
sufrir de una forma inexplicable. A pesar de ser su último libro, y con solo 38
años se ve en esta serie de sonetos, una lúcida interpretación sentimental como
un presentimiento de su próxima muerte.
Soneto
de la dulce queja
Tengo
miedo a perder la maravilla
de tus
ojos de estatua y el acento
que me
pone de noche en la mejilla
la
solitaria rosa de tu aliento.
Tengo
pena de ser en esta orilla
tronco
sin ramas, y lo que más siento
es no tener la flor, pulpa o arcilla,
para
el gusano de mi sufrimiento.
Si tú
eres el tesoro oculto mío,
si
eres mi cruz y mi dolor mojado,
si soy
el perro de tu señorío,
no me
dejes perder lo que he ganado
y
decora las aguas de tu rio
con
hojas de mi Otoño enajenado
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