El anfiteatro del mar (1)

Enclavados en una hoya entre montañas, los viñedos de Mas de Sella son un anfiteatro encarado al litoral de La Marina (Alicante) y situado a la sombra de Aitana (900 metros sobre  el nivel del mar) y son como rerepais del embalse de Amadorio, pantano que está a tiro de piedra del mar y es el más marino de la Península. Esta conformación territorial de la zona de Mas de Sella le confiere sin duda la gran personalidad (hay humedad ambiental); además, el valle está protegido de vientos e inclemencias por la sierra de Aitana y tiene una altitud de más de 900 metros, lo que le confiere la categoría del viñedo de altura.

Las tareas vitícolas son aquí impresionantes y permanentes, aquí la frase que “el buen vino en la viña empieza” tiene plena realidad. Este viñedo esta encajado en las dos vertientes de la sierra, en donde forma una herradura como si fuese un anfiteatro; en cada grada hay una variedad y actúan en la insolación como receptoras de un reloj de sol, ya que el bancal, que así se llama, es como una herradura. Sus hileras de cepas están bien soleadas y el suelo es ideal para estas variedades tintas, porque es franco (o sea que hay de todo); el boscaje está cercano, casi invadiendo las parcelas, y la conexión  reticular está asegurada, lo que da lugar a una de las características más notables de su bouquet, la pureza de esencia y la naturaleza del aroma de las frutas del bosque, regaliz, pinada, matorral mediterráneo e incluso madroño, pues la cota es alta y húmeda.

Sus tintos Mas de Sella y Mas de Sella Carreró son criados alrededor de un año y medio, variando en más o menos según cual sea la concentración fenólica y la estructura gustativa, como ocurre en todos los grandes vinos del mundo. Son vinos también de guarda, que duraran mucho e irán incrementando su valor…










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