Año viejo y esperanzas nuevas

La vida para mí ya larga, porque soy un venerable viejecito, es como una biblioteca pública, cada 365 días vas entregar el tomo leído, subrayado, pintarrajeado, muchas veces no entendido…y recoger uno nuevo, para realizar la misma operación, si el destino te deja llegar a la última página.

Ese leer diariamente la página correspondiente del libro del año que va trascurriendo lleva  implícito, comprender su contenido que a veces resulta ininteligible para nuestro entendimiento por lo que pretendemos corregirlo, con buen resultado unas veces y  en otras, esas correcciones hacen el texto más oscuro aún, sumergiéndonos entonces en un mar de dudas, contradicciones, cavilaciones… de los que nos es difícil salir. Pero qué alegría es llegar a comprender el significado del texto de la página que  estamos leyendo y esa debe ser nuestra esperanza primera en el año todavía “non nato”, intentar comprender, comprender y comprender…

Debemos aprovechar las enseñanzas que nos proporciona la lectura “del libro” sacar satisfacción en los aciertos y fuerza para remontar los fracasos, incidiendo en esto porque nos va a ayudar a construir los peldaños de  la escalera que nos llevara a la culminación de nuestra vida. Busquemos para el año que empieza objetivos realizables, que podamos cumplir y que sean útiles para nuestro perfeccionamiento como personas individuales y miembros de una comunidad, comportándonos como elementos útiles de la colectividad a la que pertenecemos.

Debemos aumentar nuestra  capacidad crítica tanto para nuestros actos,  como para lo que ocurre a nuestro alrededor, seremos más LIBRES (y lo pongo con mayúscula), cuanto más críticos seamos con las situaciones que nos toquen vivir, bien como protagonistas o simples comparsas.

Vivimos un mundo donde una presunta libertad a acceder a un sinfín de medios informativos, y esto se convierte en un medio de manipulación de masas, filtremos y formemos nuestra propia opinión.

Para empezar bien el libro del 2018 escribamos: libertad, comprensión, crítica positiva, solidaridad…Si lo hacemos así, cuando entreguemos el libro al final del próximo año con estos temas resueltos habremos cumplido con bien. Os lo deseo de corazón.










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