La impuntualidad, como forma de llamar la atención.
La impuntualidad seria la no
realización de alguna de las cuatro acepciones, o las cuatro a la vez que el
D.R.A.E, asigna a la palabra puntual y que son, 1) que llega o suele llegar a
la hora convenida o anunciada, 2) que
hace las cosas a su tiempo sin
retrasarlas, 3) Exacto, detallado o cierto, 4) concreto, preciso o bien
delimitado.
Creo que el conocer de primera intención los
amplios conceptos que abarca la impuntualidad en el mundo que nos rodea, nos permitirá
entender la importancia de este problema, en la vida actual. Quiero detenerme
en un concepto de esta palabra que no abarca el DRAE, y es la impuntualidad como cebo para llamar la
atención.
Algunas personas piensan que el
llegar tarde a las citas es un signo de distinción y que la otra persona o
personas que esperan, añoren con más
fuerza la presencia del retrasado y que a su llegada tardía le permita concitar
sobre si la atención de todos los presentes. España es un país muy singular en
muchas de sus manifestaciones públicas, acepta
esto en el caso de las uniones matrimoniales como si tal cosa. No hay
novia, (¿y porque no novio? ¿Llega hasta aquí, la discriminación?), que se
precie que no llegue a la ceremonia del enlace, con por lo menos con un retraso de quince minutos o más sobre
el horario previsto.
La impuntualidad es por principio
una falta de respeto hacia los demás que estaban a la hora prevista, en el lugar convenido. Los
espectáculos y actos culturales: teatros, cines, conciertos, conferencias, etc… siempre y digo siempre,
cuando se apagan las luces de la sala, aparecen personas que hacen moverse a
todos los ya colocados, para colocarse en sus entradas centrales, con el
consiguiente tumulto, ¿no podían haber llegado cinco minutos antes y no
molestar al resto?
Seamos puntuales en beneficio
nuestro y de los demás, saldremos todos ganando.
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