Abandonado, el vino mesías (1)
Como
un Moisés abandonado y luego encontrado, el tinto de nombre “Abandonado” y
producido en el Alto Douro, en unos viñedos de auténtica alta montaña, es un
vino de viñas viejas (90 años en 2016), cultivado a una altitud y una situación
afectadas por la dureza del clima, la escasa precipitación y lo poco que
producía, que al final condujo a sus elaboradores a olvidarse de la parcela.
Era tan poco lo que daba cada
cepa y tan pequeña la parcela, que se llegó a abandonar la viña. Y de ahí su
nombre, era la viña “del abandonado”, título propio de una novela de Walter
Scott. Pero el joven vinatero de la Quinta da Gaivosa, Tiago Alves de Sousa, se
interesó por ella, vinificó la escasa producción y entonces surgió este vino, que
está considerado por todos los que lo prueban como uno de los grandes vinos del
mundo. Los grandes catadores mundiales le han dado una puntuación altísima, 95
sobre 100 (Parker).
Esta hecho con muchas variedades,
además de las famosas touriga nacional, touriga francesa, amarela y sousao,
intervienen otras variedades autóctonas, lo que indica la vejez de la parcela.
Antes de la modernidad de la espaldera, los viticultores tenían diferentes
variedades en una misma parcela. Aquí lo que surge como denominador común es la
montaña.
Decía Hugh Johnson en la edición
de 1986 de su magnífico libro “Atlas mundial del vino, que la dureza de la vida
en el Alto Douro es tan aplastante que “la vendimia se convierte en dionisiaca
experiencia”. A veces en la terraza estrecha y exigua, que requiere habilidad
de alpinista para subir hasta ella, se recogen uvas para hacer unos 600 litros
de vino por hectárea. ¡Ahí es nada!, y nunca mejor dicho…
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