El ornitorrinco y el micrófono

El ingenuo 0rnitorrinco
-mezcla de pato y conejo-
acercóse dando un brinco
al micrófono perplejo
y dio un grito perplejo.

Comentó el bicho: “Por Palas,
que tan bien canto, en verdad,
que puedo incluso hacer “galas”,
¿Tendré por casualidad
la garganta de la Callas?”

Dijo el micrófono astuto;
“no pienses que eres tenor
porqué sonó este canuto.
¡No eres tú quien canta bruto,
sino el amplificador!

Que la voz precisa ciencia,
y devoción y ejercicio,
y años de mucha paciencia,
y método y sacrificio,
y talento y experiencia.

Y esos muchachos flacuchos,
que dicen que cantan, locos,
ni tienen voz ni son duchos,
pues artistas hay muy pocos
y micrófonos hay muchos”.









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