El anfiteatro del mar (y 2)
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Su crianza y la elección de los robles y el tostado de las barricas demuestra
una gran cultura enológica y una gran capacidad técnica por parte de sus
elaboradores, que además tienen un gusto exquisito como bebedores de vino, pues
parece que los de Mas de Sella hubieran querido hacer el vino que a ellos les
hubiese gustado beber con las uvas del solar de sus ancestros: la montaña de La
Marina engarzada en este salvaje y puro terroir de montaña del litoral mediterráneo.
Otro
vino de esta comarca de La Marina es el Solsida de Bodegas Balaguer, situadas
en Benimantell, o sea, a más de 800 metros de cota. Es un tinto con 14 meses de
barrica, hecho mitad y mitad; mitad con las variedades mediterráneas bobal,
tintorera, monastrell, y mitad con las foráneas merlot y tempranillo. Surge
como su nombre anuncia (Solsida en valenciano quiere decir “desprendimiento de
piedras de la cima de una montaña”) y así es este vino; fuerte (15º), vigoroso,
especiado intensamente a frutos del bosque y matorral de montaña como el romero
y el tomillo; pero, a la vez, elegante, amable y fino. Un grandísimo, un
fenomenal vino.
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