Restaurante Plaza de Chamberí

En el día de ayer, estuve comiendo en este establecimiento acompañado de un grupo de familiares. Me llevo ir a este local la proximidad a mi domicilio, que no lo conocía y los muchos años que lleva abierto.

Al entrar en el comedor tuve la impresión de que era un establemiento “vintage” o “demodé”, la decoración incitaba a ello, aunque luego en el trascurso de la comida me hizo reafirmarme en mi idea.

SERVICIO: Extraordinariamente amable, servicial y eficiente.

Para las 9 personas que integrábamos el grupo, pedimos: Habitas tiernas con jamón, Croquetas de la abuela, Carpaccio de salmón y mero, Lomitos de merluza a la romana, Callos, Bacalao Plaza de Chamberí, Steak Tartare. POSTRES: Flan y Piononos de Santa Fe, todo regado con el excelente TAGONIUS (crianza), un gran vino de Madrid. Los postres no merecen comentario alguno.

La cocina de todo esto muy normal, tirando a triste, me parece estar influenciada por la poco alegre decoración del local. Las materias primas denotaban algunas, un paso prolongado por el frigorífico, sensación que en la cocina no habían podido evitar. Para mí un local de restauración puede tener muchos años, pero debe evolucionar con arreglo al paso del tiempo y de los gustos.








Si mi opinión, la tengo que reducir a un número, la nota obtenida sería 5 y por los pelos.



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