Grañón, último pueblo riojano del Camino de Santiago Francés
Cuentan
documentos recuperados de la época que el origen de Grañón se remonta al siglo
IX, en que se data la construcción de un castillo, por orden del rey de León,
Alfonso III, sobre la cima de un cerro situado junto a la villa, a la derecha,
conocido como Mirabel o Mirabelia. Según las Crónicas Najerenses, en Grañón
había un castillo hacia el año 885. Esta fortaleza junto a otras cercanas servía
para defenderse de las incursiones musulmanas en territorios cristianos. Al
amparo del castillo de Grañón, surgieron pequeños barrios y aldeas hasta que,
poco a poco, se fue estableciendo una población. Se conocen la existencia de
numerosos hospitales para socorro de peregrinos; Carrasquedo (hoy ermita de la
Virgen, patrona del pueblo).Es un pueblo curioso que salvando las desdichadas
reformas realizadas en él, con el paso del tiempo, conserva casi intacta la
topografía típica de un pueblo del Camino.
Hoy
su principal monumento es la Iglesia Parroquial de San Juan, en el centro del
pueblo, consta de una nave de tres tramos, presbiterio y cabecera ochavada de
tres paños. Al final de la cabecera se encuentra la sacristía, con un pequeño
museo de piezas de arte sacro. Tiene tres portadas, dos útiles y una cegada.
Hay una pila bautismal del S.XII, único vestigio del antiguo Monasterio de San
Juan. La construcción transcurre entre
los siglos XV y XVI.
Es
de destacar el retablo mayor, dedicado a los Santos Juanes. Se trata de una
obra de gran riqueza ornamental, realizada entre 1545 y 1556, formada por motivos platerescos
y excelentes relieves en los que se tallaron figuras llenas de movimiento. Entre
los artistas que intervinieron en la construcción del magnífico retablo, son de
destacar Natura Borgoñón, Bernal Forment y Juan de Beaugrant, escultores y
Francisco de Lubiano, en la policromía.
Una
verdadera joya, merece una visita detenida y luego degustar algunos de los
excelentes dulces de la Panadería. ¡¡¡ UN HALLAZGO!!!
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