Mi lucha por tener un pantalón que me esté bien
Vamos
a salir a la calle, avanzo por el pasillo de mi casa para dirigirme a la
puerta, seguido de mi esposa y oigo: “Ponte bien el pantalón, no sabes
colocártelo… pareces el examigo de la famosa tonadillera”. La
cariñosa…admonición despierta en mí, recuerdos de todo tipo.
Tengo
y he tenido un tipo que se puede conceptuar como el más clásico del españolito
medio. Altura alrededor de 1.70, tendencia con el paso de los años a cultivar “la famosa curva de la
felicidad”, en una palabra barrigoncin, y con el trascurrir del tiempo, esto se
va desgraciando aún más.
En
mis tiempos infantiles, la ropa me la compraba lógicamente mi madre bajo el precepto económico de “te voy a
comprar los pantalones, una talla más grande, piensa que por tu edad tienes que
crecer, yo te los adaptare, no podemos estar comprado todos los años, son muy
caros” dicho y hecho me compraba unos pantalones que no me estaban bien, metía
de allí, sacaba de acá y más o menos se adaptaba a mí no apolínea figura.
Van
pasando los años y la idea del pantalón que me estuviera bien va abandonando mi mente. El problema ahora es la moda;
entallados, sueltos, de talle alto, de talle bajo, que me caigan por encima del
zapato, que lleguen al tacón del mismo… para que seguir.
Llegó
el momento de hacer esta compra, asesorado por mi mujer: “Me está bien, no me está
bien, es el que me va, es el que no me va…” preguntaba y pregunto angustiado.
Contestación: No sé, haz lo que quieras, que eres mayorcito, yo voy sola a
comprar y no pregunto a nadie, siempre reconozco que con la ayuda de algún
dependiente de la tienda, he ido saliendo del paso, pero repito saliendo del
paso. Para que seguir…
Un
pensamiento me viene obsesivo a mi mente. ¿Podre al final de mis días tener un
pantalón que se adapte bien a mi cuerpo barrigoncin, pienso que merecimientos
he hecho? ¡¡¡ a ver si tengo suerte!!!
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