El móvil como espejo y pared

Nada mejor para no aburrirse y conocer la psicología de nuestros conciudadanos, que salir, caminar y mirar a nuestro alrededor. Vamos por la calle, en primer lugar oímos un bocinazo, ¡¡¡qué ha pasado!!! .Un preocupado viandante ha intentado cruzar una calle, mirando fijamente la pantalla de un móvil ¿Qué mensaje fundamental estaba leyendo?, mira despreciativamente hacia el coche y continúa mirando al móvil, ¡¡¡Increíble!!! Continuamos nuestro paseo, bien nos subimos a un autobús o nos sumergimos en las profundidades del metro, de hecho es lo mismo, porque el cuadro que nos vamos a encontrar es semejante. Cientos de personas quietas, estáticas bien de pie o sentadas, como hipnotizadas ante una pantalla de ese cacharrito, llamado móvil.
Esto nos lleva a preguntarnos algunas cosas:
1º ¿Tan decepcionante y poco atractivo nos resulta el entorno, como para ensimismarnos en algo tan pequeño y lineal como una pantalla del teléfono? Estamos perdiéndonos el calor y el color de la vida que nos rodea, algo que nos hace ser partícipes y nos entronca más en nuestro ámbito.
2º ¿Tan poco nos interesan las personas que nos rodean, que ponemos entre ellas y nosotros, una pared, el móvil? Estamos perdiendo la posibilidad de ver con tranquilidad el ambiente, establecer una conversación, una amistad, quien sabe incluso el amor.
La comunicación es muy importante, incluso la telefónica, pero que no nos deshumanice, llamar o mirar un juego, lo podemos hacer siempre, pero otro que está al lado, lo tenemos fugazmente.



Comentarios

Entradas populares de este blog

Segovia es asado, el asado es Segovia.

Tempus fugit

Saber retirarse a tiempo