Competición


Actualmente, en el mundo que vivimos la competición y la comparación, es algo cotidiano que forma parte de nuestra vida. 
Somos más altos que..., más guapos que…Tenemos una televisión más grande y más moderna que……Tengo hijos, mujer, casa, lujoso automóvil, etc. Hemos hecho de nuestra vida una continua competición y si no estamos ganando siempre, porque lo nuestro es lo mejor, más caro, más bonito y más completo no somos felices.
Esto se pone muy de manifiesto cuando con ayuda de todos los recursos sutiles del marketing, se nos invita a ser más felices, teniendo un objeto más en este caso el teléfono móvil. Antes de proseguir quiero hacer una observación y hacer una pregunta. ¿Por qué usamos actualmente tanto el verbo tener? ¿Querrá esto decir, que ciframos nuestra felicidad en acumular cosas? Sigamos con el móvil, que se constituye en muchas ocasiones en centro de conversaciones, debe tener una serie de características que lo diferencien de los de los demás. Sistema operativo, tiene que ser el mejor, normalmente el contrario al que tenga el de nuestro interlocutor, aplicaciones muchas y de las más variadas, las cámaras del aparatito deben tener miles de Mb (lo pongo porque lo ponen en todos los anuncios, aunque de verdad, de verdad no se para que sirve). ¿Porque no nos dejamos de estúpidas y vanidosas competiciones y vamos a lo práctico? Que cada uno tenga lo que quiera o pueda, ya que con un móvil el principal uso que tiene es hablar, y para eso sirve cualquiera.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Segovia es asado, el asado es Segovia.

Tempus fugit

Saber retirarse a tiempo