Viajar en tren a la velocidad de un F-1

En la vida actual, uno de los fenómenos que más está dejando su impronta, es el viajar de un sitio a otro para conocer nuevos sitios, nuevas gentes, nuevos ambientes, etc. Los medios que se utilizan para estos desplazamientos, son de lo más variado; automóvil, autobuses, barcos, aviones y trenes. En este medio quiero fijarme, aparte de ser mi preferido, por su comodidad, amplitud y sobre todo por su velocidad, por el continuo perfeccionamiento que afecta a las nuevas unidades que se ponen en circulación. Me refiero a los Trenes de Alta Velocidad (T.A.V) o como con gran originalidad e idea de marketing se conocen en España Alta Velocidad Española (A.V.E).

La entrada masiva de este tipo de trenes en la flota del hasta el momento único operador español R.E.N.F.E, ha constituido un cambio total de la mentalidad y manera de viajar de los usuarios. Cuando llegas a iniciar tu viaje quedas sorprendido por la línea supermoderna y aerodinámica del tren, la facilidad para subir y bajar de los vagones, la amplitud y luz de los distintos compartimientos, la comodidad para situar y tener a mano el equipaje…una maravilla del  confort y de la técnica.

Se inicia el viaje, el tren no corre se desliza, miras por la ventanilla y te das cuenta que los árboles y edificios comienzan a correr de manera espectacular, miro a los contadores de que va provisto el vagón y veo con sorpresa, que vamos a una velocidad de más de 280 Km por hora. Extraordinario y no se nota nada, extraordinario.

Siento necesidad de ir a los servicios, voy a la busca de uno y me sorprende una serie de gritos ahogados, ¿Por qué será? ¡¡¡ Sencillo ¡¡¡ . La apertura de las puertas del WC se realiza pulsando una tecla exterior, una vez dentro hay que pulsar otra para cerrarlo y una segunda tecla, con un candadito en la pantalla, para asegurarlo y que no se abra  por fuera, por no fijarse en esto la exhibición de partes pudendas es constante, de ahí los grititos pudorosos. ¡¡¡Sorpresas del A.V.E¡¡¡