Aplausos y risas enlatados

Cualquier medio que lleve a mediatizar las reacciones de las personas ante cualquier hecho o circunstancia que presencie, o participe, es una forma de conculcar sus derechos personales y ciudadanos, ya que cada uno puede reaccionar con arreglo a como le parezca la situación. Reír, llorar, aplaudir, patear o no manifestar nada.

En este mundo que nos ha tocado vivir, vemos que esto que explico, o sea, este derecho de la persona es olvidado de manera continuada y machacona. La televisión en sus diversas manifestaciones, es una expresión clara de lo que digo. En cuantas películas y series ante situaciones presuntamente cómicas suenan unas risas enlatadas que distorsionan las imágenes que estamos viendo, ¿es una imagen de verdad cómica, o  un dicho gracioso, del monologuista de turno?. Pues seguramente no, habría que preguntárselo a cada uno de los espectadores en este momento, no sería más inteligente suprimir esos molestísimos ruidos, que rompen la atención.

Las sociedades cada vez se creen más libres, pero yo pienso que cada vez están más mediatizadas, en aras a poderes facticos que nos dominan. Hay leyes sobre lo que tienes que comer, leer, creer, ver, oír… digo y repito cada vez estamos más dominados y mediatizados por “El gran hermano” que ya Orwell intuyó en su momento.

Si alguno de estos medios falla, están las famosas campañas de prensa o concienciación, que con el pretexto que es por nuestro bien, nos van a llevar por el camino de la conciencia hasta que nos agarren con la potencia de una ley, que también se hará por nuestro bien, pero que limitara un poquito más nuestra libertad.

Que la educación forme personas integras, libres y con capacidad de decidir sobre su vida y su propio destino, olvidémonos ya del estado protector tan imperante hasta ahora e inclusive ahora mismo y vayamos hacia un estado propulsor, a un estado gestor… ¡¡¡ me parece que soy un utópico ¡¡

Lo que si digo es que me reiré o llorare cuando yo quiera, sin que me lo mande nadie.