¡¡¡ Aún no me he muerto ¡¡¡

Esta mañana he ido a adquirir un libro a un establecimiento situado cerca de mi domicilio. Esto es un hecho normal, lo que lo hace anormal, es una curiosa situación, ocurrida en este establecimiento, durante la compra. Esta librería ha sido durante muchos años, lugar frecuentado constantemente por mí, para adquirir casi en exclusiva distintos libros que iba necesitando. Como es normal, con el paso del tiempo, y con tantas visitas hice  amistad, una cierta amistad con la persona que me asesoraba en mis compras, posteriormente y por distintos motivos deje de ir…

Hoy al entrar en el establecimiento, estaba la persona  que menciono y me dirigí a ella. ¡¡¡ Buenos días…, cuanto tiempo sin verla ¡¡¡. Se volvió hacia mí y me miro con una mirada muy especial, repito con toda simpatía, pero sus ojos hablaron por unos segundos de sus pensamientos. ¿Pero no se ha muerto, si yo pensaba que ya no estaba en el mundo de los vivos?.

La vida de las personas es lo más parecido a la ascensión de una montaña, se empieza la escalada en la cuna, se va ascendiendo con dificultad, se llega a la cima se descansa un poco, e inmediatamente se inicia el descenso que terminara inexorablemente con la desaparición, y  aunque yo esté ya más próximo a terminar el rápido descenso, todavía me encuentro con algún fuelle para seguir bajando, aunque en la librería ya pensaban que había terminado.

No hagamos de nuestra vida un conjunto de pruebas circunstanciales, busquemos siempre pruebas fehacientes para demostrar o demostrarnos aquello que queremos o necesitamos saber. La vida real no se construye a base de presentimientos, se construye a base de certezas.

Para celebrar esta anécdota, me compre un libro creo significativo “LOS SUEÑOS;  discursos de verdades descubridoras de abusos, vicios y engaños, en todos los oficios y estados del mundo” de un tal D. Francisco de Quevedo. Muy apropiado







¡¡¡ Termino con un grito para que me oigan, hasta en la libreria “Aun no me he muerto”¡¡¡


Comentarios

Entradas populares de este blog

Segovia es asado, el asado es Segovia.

Tempus fugit

Saber retirarse a tiempo