Me he comprado un móvil nuevo
El
ser humano se extasía siempre ante la
llegada de algo nuevo a su vida, que
además piensa que le va a dar un vuelco a su existencia. Esto se demuestra
fehacientemente en muchos momentos.
De niño cuando comienza tener constancia de que hay gente a su alrededor, el
descubrimiento de la madre, el reconocimiento de su propio cuerpo, el
comunicarse primero con los lloros y gestos adecuados, los premios y castigos
que van a ir modelando su personalidad, tiene una gran satisfacción, porque
descubre por este motivo que forma parte del mundo que habita y recibe atención
de las personas que le rodean y le conocen.
Va avanzado en su
trascurrir vital, y
descubre sentimientos tanto positivos como negativos, que siguen modelando su personalidad, aprende lo que descubre él y
luego le enseñan, conoce el amor, el odio…llega
a tener descendencia, es casi feliz sabe de lo bueno y de lo malo, pero le falta algo, ¿Qué es lo que le
falta?.
Le falta acertar en la
compra de un móvil nuevo, ¡¡¡ sí señor, en la compra de un móvil nuevo¡¡¡. Para no fallar en esta importante
acción, pone en marcha una serie de acciones. Se hace con todos los catálogos
de teléfonos que puede, los mira como un auténtico entendido que no entiende. ¿Qué será eso de Mb, Wi-Fi,…?. Para
intentar tomar una decisión, recorre establecimientos y establecimientos
especializados de la ciudad. Pide le
enseñen modelos, los coge con el mismo
mimo con que se coge a un niño, lo
acaricia, lo da la vuelta una y otra vez, con porque no decirlo, cariño. Parece que es un auténtico experto, pero tanto
manosear los aparatos, le está produciendo un auténtico caos mental. ¡¡¡ no sabe qué hacer, el que le gusta es
muy caro y el que se ajusta más a sus necesidades, no tiene tantas apps y
posibilidades como el primero ¡¡¡ ¿Qué hacer?
Viendo
todas circunstancias, estoy por decir ¡¡¡
felices tiempos los de los Nokia, eran tan buenos, que solo servían para hablar por teléfono y no estos endemoniados
ordenadores que además sirven para muchas cosas,
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