Bodegas Chandon

Esta bodega de audaz geometría surge de un lago artificial situado en la cubierta de las cavas subterráneas que sirve de aislante térmico. En Sant Cugat Sesgarrigues se deja ver de la experiencia de siglos de su propietario elaborando un champaña de nombre mítico,  Moët & Chandon. Además de aquí, los propietarios franceses elaboran vinos y espumosos también en California, Argentina, Brasil y Australia. En Cataluña encontró una trayectoria propia de más de 100 años y una región, Penedés, de honda tradición vinícola.

Ubicada en el Alt Penedés, Chandon ocupa la masía centenaria La Torre del Gall, punto de referencia para trazar un eje hasta el lugar donde se elevaba una colina en la que se excavaron los cimientos de la bodega.

El concepto de Chandon es el de una bodega vanguardista e tecnología e imaginación. La crianza del cava se realiza en una nave amplia en la  que el termómetro se mantiene inalterable entre los 12 y 13º C. El techo de la bodega lo recorre un sofisticado circuito de aire frio, que penetra a través del cemento, descendiendo lentamente sobre las botellas. Arriba, un lago artificial de 1 m de profundidad cubre la cima de la bodega actuando como cierre térmico, lo que impide que la temperatura exterior invada el espacio de las cavas. Para que el agua azul se convierta en verde, como si del mismo viñedo se tratara, trajeron de Estados Unidos unos pececillos que mantienen el agua inmaculada consiguiendo el efecto óptico deseado.

La finca que se adquirió poseía una abadía medieval posiblemente construida sobre unas ruinas romanas.








Chandon posee una extensión de 122 ha de terreno: 30 en proceso de replantación alrededor de la bodega y otras 92 en la finca Mas Bernich. Las variedades cultivadas son la clásicas de la zona: Macabeo, Xarel-lo y Parellada, a las que se suma la Chardonnay, que aporta aroma a los cavas y alumbra el blanco Eclipse.

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