Breviario para políticos (3)
Pregúntate
en que ocasiones tienes tendencia a perder el control de ti mismo, a
abandonarte a extravíos de lenguaje o de conducta. Cuando bebes demasiado en un banquete. Cuando
juegas. Cuando te aflige una desgracia. Bien;
estos son los momentos en que, como escribe Tácito, “las almas de los
mortales son vulnerables”.
¿Acaso
frecuentas ciertos lugares sospechosos, buenos para el vulgo, pero de mala fama y, en definitiva,
indignos de ti? Debes aprender controlar
tus actos, y a no relajarte jamás en esta vigilancia. A ello te ayudaran las
consideraciones de esta pequeña obra: a considerar siempre donde y en qué
compañía te encuentras y que circunstancias te han llevado allí, a comportarte
e forma adecuada a tu rango y al rango de las personas con las que tienes trato.
Es fundamental de que seas consciente de todos tus fallos y que vigiles en
consecuencia tu conducta.
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