A una nariz
Érase un hombre a una
nariz pegado,
érase una nariz
superlativa,
érase una nariz sayón y
escriba,
érase un peje espada muy
barbado.
Era un reloj de sol mal
encarado,
érase una alquitara
pensativa,
érase un elefante boca
arriba,
era Ovidio Nasón más
narizado.
Érase el espolón de una
galera,
érase una pirámide de
Egito,
las doce tribus de
narices era.
Érase un naricisimo
infinito,
muchísima nariz, nariz
tan fiera,
que en la cara de Anás
fuera delito.
Comentarios
Publicar un comentario