Breviario para un político (11)
Fíjate
en cómo hacer caer en su propia trampa a
los fabuladores y a los fanfarrones que te cuentan sus viajes, sus campañas y sus exigencias aventureras, jactándose de buena nota de todo lo que te
cuentan, haz la suma de los años que esto representa, luego en todo caso pregúntales cuando comenzaron su heroica
carrera, cuando la terminaron y, por último, qué edad tienen. Comprobaras entonces que no concuerda nada.
Un hombre astuto se reconoce a menudo por su amabilidad
afectada, su nariz curvada y su mirada penetrante.
Si quieres juzgar la
sabiduría y la inteligencia de alguien, haz ver que le consultas acerca de un asunto delicado. Según cuales sean sus opiniones, sabrás
si es o no de espíritu decidido.
Desconfía de un hombre que promete con excesiva
facilidad: por lo general se trata de un mentiroso y un pérfido.
Es útil, de vez en cuando, interceptar los
mensajes destinados a tus subordinados. Cuando los hayas leído atentamente,
procura remitírselos para que no sospechen nada.
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