En un Centro de Salud de Madrid ( España)

Los grandes terrores del ser humano son: la pérdida de la salud, la pobreza y no tener donde vivir. Es entonces cuando las muchas veces insegura seguridad de las personas, se pierde, se evapora. Si alguien se siente mal de salud, lo primero que hace es ir al médico a que le vean, ir a un  Centro de Salud.
 Después de haberse puesto en contacto con el citado Centro para ajustar una hora de visita, bien por vía telefónica o telemática, se encamina al mismo. Por fin antes de la hora convenida, llega, entra en una amplia sala donde hay numerosas puertas con cartelitos de las especialidades que tratan en cada despacho y el nombre de los doctores que ofician en ese acto que es la consulta médica, que muchas veces más que recibir al enfermo es como si éste fuera a pedir al doctor, la salud, esto tiene más bien las características de rogativas religiosas o pseudoreligiosas.
En la sala hay multitud de sillas pegadas a la pared, que ocupan los enfermos y acompañantes como esperando una llamada o una indicación de que su mal tiene remedio. Entonces empiezan los primeros indicios de actividad, salen al quicio de la puerta de las consultas, doctores, que con voces unas inaudibles y otras hermosamente timbradas, van recitando los nombres de los enfermos candidatos o bien a la curación o a comenzar a emprender el último y seguro viaje. ¡¡¡ Que emoción tensa !!, ¿me curare? ¿Tendrá solución mi enfermedad, o supuesta enfermedad? Se cierran las puertas de las consultas. ¡¡¡ Pasa el tiempo!!! ¿Estarán tan malos? ¡¡¡Tardan mucho!!!
Comienzan a salir los enfermos que entraron, con pinta tan pachucha como antes, pero con muchos papeles en la mano, y mientras se prepara una nueva remesa de pachuchos, para repetir el ritual, hasta que se termine la remesa de pachuchos que esperan.
Pienso yo, ¿estas consultas servirán para algo? O es el primer trámite de los muchos que tendremos que hacer, en el transcurso de nuestra enfermedad, visitar numerosísimas ventanillas para continuar con abundante documentación, nuestro inexorable trayecto hacia la muerte


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