El misterio del grifo estropeado
La
civilización actual ha tirado por tierra frases de eminentes pensadores, que hasta ahora han sido sostén, norte y guía
de la Historia. Hasta se consideraba al ser humano, siguiendo a Rousseau, como el “buen salvaje” y que el colmo de la felicidad era vivir en el
bosque, con lo natural. En esta
época ha quedado demostrado que si es que existe, la felicidad y el bien vivir, se obtiene rodeado de cachivaches que
lógicamente se estropean y hay que sustituir.
Llega esto a tal extremo que Ortega
y Gasset cambiaría su famosa frase hoy por: “yo soy yo y mis cachivaches”.
Esta entradilla viene a cuento por un incidente
domestico que me acaba de suceder en mi casa, donde se demuestra los fallos que
tiene nuestra industria, sobre todo la casi total inexistencia de los servicios
postventas y de atención al cliente que sean funcionales. Compre hace tiempo “un grifo monomando” de una marca por entonces
muy acreditada. Pasa el tiempo que
todo lo corrompe y va y el grifo y ¡¡¡
se estropea!!! . Ahí comienza el “Viacrucis”. Primero para enterarnos que
el fabricante del artefacto había
desaparecido arrastrado por esta malhadada crisis
que aún estamos padeciendo. ¿Dónde se podrían
adquirir, los restos que dejo el extinto fabricante, de sus productos, si es
que existen? ¿Dónde? … Como el CNI no nos va a ayudar, nos ponemos
nosotros manos a la obra con una cierta desgana pensando aquello de “Spain is different”, aunque poniéndonos
bajo la protección de la suerte
Las
llamadas telefónicas son continuas, de un teléfono te pasan a otro y del otro a
otro y así sucesivamente,¡¡¡ Direcciones de supuestos establecimientos
que pueden tener estos accesorios, miles!!! Unos no existen y otros no
saben nada, la suerte no nos acompaña.
El producto se vendía con
garantía, ¿Quién se hace cargo de la misma, ahora que no existe el fabricante? ¿Quién me reembolsa los gastos efectuados? ….
¿Para cuándo una LEY DEL CONSUMIDOR EFICAZ?
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