Una ilustre e histórica bodega de Montilla
La
familia Alvear tiene sus orígenes en
las montañas de Burgos. A principios
del siglo XVI llega a Nájera para
trasladarse más tarde a tierras cordobesas, donde su apellido ha echado raíces,
en Montilla.
Es en el año 1729 cuando se construye la Bodega Alvear, una bodega pequeña
pero con una de las mayores extensiones de terreno de la época. Su vino empezó ya a ser conocido por
los ingleses a finales de este siglo.
Diego de Alvear fue uno de los personajes más
importantes en el desarrollo de esta bodega centenaria, hombre no solamente
amante de la viña, sino también político y militar en cargos responsables hasta
el punto de librar a Cádiz de la
ocupación napoleónica.
Alvear se ha convertido en la bodega más
importante de Montilla. Posee 300 ha de
viñedo que no son suficientes para alcanzar su producción actual. La casa
tiene proveedores hermanados desde
tiempo inmemorial. La bodega tiene
más de casa al más puro estilo andaluz que de
bodega.
En
estos últimos años son cuatro Alvear los
que dirigen la bodega. La firma
dispone de una capacidad superior a los 10 millones de litros en botas de roble, distribuidas en
diferentes bodegas con un nombre propio: La
Sacristía y el Liceo, en donde se guardan los vinos más viejos; Las
Mercedes es el reposo del fino C.B.
La
bodega denominada “de la Casa”, primer
emplazamiento de Alvear, situada en
el casco antiguo, es una edificación solariega del siglo XVIII. Está
considerada de interés histórico-artístico y encierra las soleras más antiguas de la zona, amontillados y Pedro Ximénez con
más de 200 años de historia.
Actualmente,
Alvear presenta junto con su amplia
gama de finos, amontillados y olorosos,
un vino blanco bajo el nombre de Marques
de la Sierra. El primero de la zona en blancos afrutados, que destaca por
su color amarillo verdoso y un aroma fresco, entre fruta y hierba húmeda. Su
fino C.B es uno de los que más se
beben en Andalucia.
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