Una finca, un bodeguero y una producción iconoclasta
Can Ráfols dels Caus. Este es el nombre que recibe la finca
de Carlos Esteva, bohemio que ha
liberado su propiedad del adorno burgués para vincularla con el entorno rural del Penedés.
Can Ráfols dels Caus posee 450 ha en las que se mezclan
viñas con olivos y almendros. La vid
ocupa pequeñas parcelas, la mayoría de menos de una hectárea y se asienta
en terrazas hasta un máximo de 50 ha
cultivables.
Para
llegar a este refugio de la vid y del
vino hay que recorrer una carretera
estrecha que arropa al viñedo.
Estamos en la ruta de la vía romana conocida por “cami reial” que venía de la costa para unirse a la Vía Augusta. Esta bodega está
representada por una masía del siglo XVI y este paisaje mediterráneo está
constituido por viñedos y olivos que se suceden de almendros y pequeñas
parcelas de bosque. Esteva ha creado
un microcosmos en un ambiente campesino en el que se puede encontrar trazos de
arte y cultura entre los viejos muros de la arquitectura tradicional.
Su producción casi
insignificante se
disemina en vinos blancos, rosados y
tintos además de 18000 botellas de cava. Muchas de sus etiquetas se limitan
cada año, como en el caso del Caus
Lubis, a 2000 o 3000 botellas.
Las
marcas de esta bodega son Petit Caus, en
las versiones de blanco, rosado y tinto, y Gran
Caus, blanco y tinto y, por último el Caus
Lubis, modelo de exclusividad y selección.
La
vendimia se hace a mano y se selecciona la
uva en el propio viñedo. No solo se vendimia
y vinifica cada variedad por separado, sino que además las uvas se
clasifican teniendo en cuenta las parcelas y la edad de las viñas.
En
los tintos de Crianza Gran Caus y Caus
Lubis, las variedades van por familias a las barricas y solo tras la
estancia en madera se realiza el ensamblaje oportuno. El 90% son de roble francés y el resto, de roble americano.
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