El polvo de los sábados o el zafarrancho hogareño.
La
vida en la actualidad en poco tiempo ha
cambiado de manera radical. Pensemos que hace relativamente nada, la cantidad de mujeres que realizaban tareas
fuera del hogar, era una cantidad nula o
insignificante.
En
un periodo de tiempo relativamente
corto, esto ha cambiado de una manera radical, la irrupción de las mujeres en todos los ambientes laborales ha
sido sobresaliente y avasalladora. Esto ha llevado a la necesidad de cambios
sociológicos importantes en los hogares, lo que ha llevado implícito a un cambio absoluto de roles de los componentes de la
familia, lo que ha ocasionado algunos desajustes, que otro día
analizaremos.
Es viernes, en casa de
una familia media española normal, los padres se levantan con la hora justa para ir a trabajar,
desayunan, ¡¡¡ y como van tarde, dejan
los elementos del desayuno, sin recoger, lo harán luego, es viernes!!! Se
levantan los hijos e igual panorama, la
cocina se queda como un estercolero, cada uno se va a su obligación. Por la tarde llegan los que se han ido
y oh
decepción, la casa sigue igual que la
dejaron, hecha un asco, pero están cansados salen a divertirse o se acuestan, y mañana es sábado, alguien lo recogerá.
Sábado por la mañana, se levanta la familia y lo que era un
tranquilo desayuno, se convierte en un
concierto de gritos, ¡¡¡todos piden todo y
nadie encuentra nada!!! Nadie ha recogido nada, durante la semana,
nada está en su sitio, hay que solucionarlo. Toma el mando la madre, aunque
cada vez con una colaboración e implicación más estrecha del padre, se
empieza a barrer limpiar, quitar el polvo, lavar, ordenar y recoger todo
lo que estaba desperdigado durante la
semana, voces, golpes, palabrotas…la
casa va adquiriendo otro aspecto, el
trabajo ímprobo del ama del ama de casa,
mínimamente ayudada por algún miembro de la familia, se nota, con esto llega una calma tensa…Pero hasta el próximo sábado...
Evitemos esto
jerarquizando las tareas , dando a cada uno un trabajo para el día,
supervisando que este se realice, ¡¡¡ los hombres no tienen bula!!! Si esto lo
logramos el sábado volverá a ser eso sábado, todos saldrán ganando en tranquilidad y
sosiego.
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