Denominación de Origen Cigales
A
orillas del río Pisuerga, entre las
provincias de Valladolid y Palencia, se extiende la Denominación de Origen Cigales. Una
zona alta y ligeramente ondulada que se prolonga desde las suaves laderas de los montes Torozos hasta el municipio
de Dueñas, en la provincia de Palencia. Es una tierra de suelos
profundos, arcillo-calizos y de aluvión; modelados por un clima continental, con influencia atlántica, muy extremado, con
grandes oscilaciones térmicas y un bajísimo régimen pluvial.
La
historia del vino de Cigales es muy
antigua y ya en el siglo XIII, en la Corte
de Valladolid, prácticamente sólo se consumía vina de esta comarca y gozaba
de tanto prestigio entre los nobles que un siglo más tarde se dictaron fuertes
medidas proteccionistas. A finales del siglo XVI, la demanda del vino de Cigales superaba en mucho la
oferta y no quedaba vino para cubrir
las necesidades de los propios vecinos.
De
las cepas acogidas a la Denominación destacan
las variedades tintas, siendo la principal la Tempranillo, conocida también como Tinta del País, la Garnacha, la Tinta Madrid y las blancas Viura, Albillo y Verdejo completan el
abanico de uvas que participan en la elaboración de los clásicos vinos rosados de Cigales de color piel de cebolla,
frescos y afrutados, suaves y ligeros en boca.
También
se elabora otra gama de rosados más
modernos que poco tienen que ver con la
tipicidad de la zona; son de color rosáceo frambuesa, potente aroma y mayor frutosidad en boca.
Respecto
a los tintos, que últimamente están
saliendo de la región, son vinos en
general correctos, tanto los
jóvenes, que resultan frescos y afrutados, como los que han pasado por un
proceso de crianza en madera.
Comparada con otras D.O de Castilla y León, Cigales todavía no ha alcanzado
la magnitud que de su historia y calidades puede esperarse.
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