El Grifo arte y vino

El Grifo es el nombre de un pájaro mitológico, mitad águila, mitad león, que la fantasía de Cesar Manrique, su creador, convirtió en una rúbrica que avisa al viajero a la entrada de esta bodega blanca en Lanzarote. La erupción volcánica de 1730 cubrió los campos amarillos de un manto negro.

Pero el milagro se produce cuando se observa que la ceniza es un absorbente de la humedad nocturna. Además,  el viento africano transporta fina arena que tiñe la lava y que la Naturaleza va salpicando de alguna palmera. Lanzarote cambió el cultivo del cereal por el cultivo de la vid.

En 1775 se creó la bodega de EL GRIFO y desde entonces la vid va ofreciendo un vino fecundado en un terreno hostil, junto a una palmera con 250 años de existencia y 15m de altura.

Esta propiedad dispone de 35 ha de viña cuyo rendimiento es escaso por la separación de las cepas, por lo que se necesita el concurso de más de 400 cosecheros para alcanzar la producción deseada.

Las cepas se semi entierran en los hoyos y de esta forma captan la humedad del rocío y de la tierra. En las zonas más volcánicas se hallan los llamados “jameos” agujeros de más de 2 m que horadan la ceniza hasta tocar la tierra.

La uva más abundante  es la Malvasía, especie única diferente a la de otras islas. Se vendimia es la más temprana del hemisferio norte, termina aproximadamente en la tercera semana de julio.

Los vinos que elabora la bodega son variados, destacando un espumoso de método tradicional a partir de Malvasía, vendimiada en verde, aunque los vinos más  característicos son el Malvasía seco y el semidulce.





La bodega está equipada para producir un millón y medio de litros, aunque las ventas anuales se cifran aproximadamente en 850.000 botellas. Cuentan con 15 depósitos de acero inoxidable de 21.000 l y seis depósitos más de 50.000 l cada uno

Comentarios

Entradas populares de este blog

Segovia es asado, el asado es Segovia.

Tempus fugit

Saber retirarse a tiempo