Las medicinas contra la salud
Desde
que se inicia la presencia del ser
humano en la tierra, comienza a tener lugar la lucha contra la enfermedad. El hombre es un objeto perecedero, enferma,
lo comprende, le produce cierta
impaciencia y terror esta circunstancia. ¿Cómo remediarlo?
Primero el hombre pide auxilio a los seres superiores que maneja su vida,
implora salud encomendase a esa divinidad superior mediante sus rogativas o el auxilio de los ministros divinos, que son
los sacerdotes.
Se
fija que está rodeado de gigantescas
boticas naturales, los bosques y los millones de sustancias y hierbas que
existen en los mismos, y que muchos de ellos tienen valor terapéutico, para
conocer estas propiedades, le pregunta a los hechiceros, sacerdotes, chamanes, etc. que han estudiado esta
flora.
Damos
un salto en el tiempo, la población de
la tierra aumenta de manera exponencial, con lo cual las enfermedades
crecen y se diversifican. Existen ya
químicos, médicos y farmacéuticos, que tratan de hallar principios
lenitivos para las enfermedades en las cantidades importantes que son
necesarios.
Como el arsenal terapéutico conseguido de esta manera es ya inmenso, se
piensa que ¡¡¡ todo se puede curar!!!
¿Por qué pasar dolor? Eso está muy bien y es casi cierto, si todo se
pretende curar con productos químicos nos encontraremos de que esas sustancias
pueden si curar, pero producir secuelas a
corto o medio plazo, que en vez de curar de forma definitiva, lo que hacen es
diferir el problema que posteriormente se presentara de forma más aguda que al
principio.
Hay
procesos que se producen por una alteración
del ánimo, recordar que somos
bipartitos somos psique (espíritu) y
soma (cuerpo). Si tratamos solo el soma el trastorno se atenuara pero no desaparecerá.
Las medicinas solo envenenaran más que curar.
Si
un trastorno se puede curar con un tratamiento
sofrológico, o medicinas tradicionales que han demostrado desde tiempo
inmemorial su eficacia, ¿porque
envenenar al enfermo, con medicinas que no necesita y le perjudican?
El poder omnímodo de las multinacionales de la
farmacia, que se reparten la enorme
tarta del negocio de salud ¿puede tener la culpa de esta situación?
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