De ir de compras a comprar por INTERNET

Hay una romanza de la conocidísima Zarzuela de ambiente madrileño “La Verbena de la Paloma”, en la que uno de sus principales personajes canta “hoy las ciencias adelantan, que es una barbaridad, que es una bestialidad…”. Recuerdo esta bella melodía, para glosar un poco como ha cambiado la ejecución del acto de comprar con sus correspondientes desplazamientos, buscas, lograr el mejor precio o regateo con el vendedor, pruebas, vuelta a molestar al vendedor, porque o bien la ropa no nos estaba bien o el objeto deseado no cumplía con nuestras expectativas o también y sobre todo en el caso de la ropa y los zapatos, se sometía al vendedor al auténtico martirio de que nos enseñara todo el surtido de la tienda,¡¡¡ nada nos gustaba!!! Veíamos al pobre dependiente como se le iba cambiando el color del semblante conforme se le iba llenando el mostrador de cosas, cosas y cosas… y no acertaba con nuestro gusto, pero lo peor era que después de todo esto, le decíamos a quién nos atendía que nos íbamos porque ¡¡¡no nos gustaba nada!!! o ¡¡¡todo era muy caro!!!. Bien todo esto podía ser verdad o bien habíamos pasado una tarde muy divertida desquiciando a quien nos atendía.

Avanzamos con la creación de las grandes superficies, el trato con el cliente es más impersonal, ¡¡¡ si quieres ver muchas cosas, las buscas tú!!! De regateos y cosas de esas, nada de nada, si logras cazar a algún empleado este te resuelve la duda, te dice donde puedes encontrar lo que buscas y si compras te lleva a CAJA solo.


INTERNET es la despersonalización total del acto de comprar. Eres tú contra la pantalla, ¿tienes una duda?, nadie la contesta, te puede llevar a un supuesto ayudante electrónico (cosa curiosa, siempre con nombre humano), que casi nunca entiende lo que le preguntas…..y para que seguir… perdemos salir, entrar, hablar con otros, nos empiezan a aflorar gestos autistas. ¿Todo, todo es progreso?  Yo, no lo sé.




Comentarios

Entradas populares de este blog

Segovia es asado, el asado es Segovia.

Tempus fugit

Saber retirarse a tiempo