Sonríe, aunque sea un poquito

En estos tiempos de crisis de todo tipo y sobre  todo económica, el trabajo constituye una auténtica joya, que su poseedor debe conservar por todos los medios pero sobre todo por su buen hacer y actitud. Si el trabajo es cara al público, sobre todo, quien lo realiza debe mostrarse hacia el cliente favorable o prometedor, en una palabra con actitud positiva y sonriente lo que va a hacer que el dialogo sea fácil, agradable y productivo para el negocio, que al final es de lo que se trata.

Todo esto que cuento es en relación con algo que me paso en el día de ayer, en una cafetería/panadería cercana a mi domicilio.

En Madrid, ayer jueves santo, era festivo desde mediodía, muchos establecimientos no estaban abiertos, o si estaban abiertos, las personas que los atienden son menos, porque el público comprador es menor, pudiendo irse los empleados que no trabajan de vacaciones, hasta el lunes siguiente. ¡¡¡ Una maravilla, a principio del año!!!

Íbamos a salir por la tarde de paseo y nos dimos cuenta que nos faltaba pan. Había que adquirirlo y casi todas las panaderías estaban cerradas, después de varios intentos fallidos, nos dirigimos al establecimiento que cito más arriba. Es una coqueta cafetería, frecuentada por nosotros, que además venden pan. Entramos y ¡¡¡ oh, milagro!!!, tenían sobrante.

Nos acercamos felices al mostrador a adquirir una pieza que nos gustó, nos dirigimos a una empleada que estaba de espaldas a nosotros pidiéndoselo. Se volvió, no había nadie, nos miró con unos ojos fríos y destilando mal genio, como diciendo ¡¡¡ para que me molestáis!!!. Estoy  trabajando cuando mis compañeros están de vacaciones, aunque el motivo del enfado fuera otro …  bonita manera de echar clientes que pagan, del negocio que la ha contratado, para trabajar. Nos tiró el pan en el mostrador, pagamos y nos fuimos horrorizados.

Sonreír, aunque sea un poquito es un producto y una situación maravillosa para: solucionar tensiones, aumentar ventas, crear empleos, conservar amigos…