Chiquito Riz…despacito…despacito…despacito


Vuelvo completamente indignado del desbarajuste del servicio del restaurante de Madrid, “Chiquito Riz”. Al mencionado establecimiento, del que guardaba un excelente recuerdo tanto por su atención a los clientes, como por la calidad de los platos servidos, he acudido en numerosas ocasiones, tanto por motivos profesionales, como personales. Hacia bastante tiempo que no he tenido oportunidad de ir y hoy he vuelto con mi familia (7personas), en mala hora.

Teníamos la reserva para las 15.00, nos hemos presentado con una irreprochable puntualidad, nos sentamos en la mesa asignada ya con unas tapitas encima, no pedidas por nosotros (pequeño robo, que se está generalizando), antes era una cosa de cortesía…para que hablar. Se presenta el camarero para ver que queríamos beber y sin la carta de comida, que hasta pasados unos 30 minutos no la trae.

Pedimos la comanda, la comida pedida nos ha ido llegado a la mesa, despacito…despacito…despacito, una pena, desorganización, desbarajuste, platos equivocados… y que voy a decir más el servicio, era como un rebaño de pollos sin cabeza que se movían mucho, pero no sabían porque y adonde. A pesar de que el establecimiento estaba de bote en bote, los camareros eran muchos sin  rumbo, terminamos la comida pasadas las 17.15, eso lo dice todo.

En cuanto a la comida tan despaciosamente degustada, a destacar: las lubinas a la sal, la merluza a la cazuela, las carnes tanto  el entrecot como las chuletillas de cordero y un jamón de bellota, extraordinario. Un excelente albariño “Mar de Frades”, regó magníficamente el ágape. Postres normales. Precios normales tirando a caros.








Si no hay una reorganización del servicio, por desgracia poco futuro veo a este  hasta ahora, simpático establecimiento.

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