La p…. Primavera
Estoy
en ese periodo de tiempo que va de mediados de febrero a mediados de marzo, por
la mañana de un día cualquiera, me despierto, como si algo me hubiera sentado
fatal. La noche ha sido como si hubiese asistido a un aquelarre en la cueva de
Zugarramundi, la sensación de fatiga me envuelve todo el cuerpo, la piel me
pica como si un ejército de pulgas me hubiera invadido totalmente, ¿qué me pasa?, me pregunto
alarmado…
Me incorporo al mundo, con el que desde luego estoy reñido,
o sea, que me levanto y trato de hacer algo. Obra casi de gigantes, no tengo
ganas de hacer nada, la astenia me invade. Arrastrando los pies, me dirijo a
descansar a un sillón, la nariz me empieza a picar, un sonoro y tremendo estornudo
resuena en la estancia: ¡¡¡ alergia ¡!!!, ¿qué me pasa?, me digo a mi mismo
otra vez… Está llegando la p…Primavera.
La p… Primavera, debe contar con unos grandes publicistas,
sus relaciones con los medios son extraordinarias. Los poetas, esos seres rarísimos que casi
siempre o están en las nubes, o disgustados disgustadísimos, la cantan de todas
las formas posibles. Es el delirio, es el amor, estamos en la p… Primavera.
Los alcaldes de algunas grandes ciudades españolas, en una
política forestal de gallinas sin cabeza, han llenado sus urbes de especies
arbóreas alergénicas (plátanos, castaños de indias…) con lo que han conseguido
provocar en miles de ciudadanos, sufrimientos alérgicos añadidos, ¡¡¡ qué bien,
muchas gracias ediles!!!
La irritabilidad primaveral está a flor de piel, que pocas
caras sonrientes se ven por la ciudad en estas fechas, en cambio los
estornudos, los pañuelitos de papel limpiando las narices de los alérgicos sí
que están a la orden del día, así como las visitas al médico, ¡¡¡ viva la p…
Primavera!!!
Esta p…Primavera,
suele provocar que las enfermedades psiquiátricas, traumatológicas,
neurológicas… exacerben sus síntomas, haciendo sufrir aún más a quienes las padecen,
¡¡¡ una gracia!!!
Pongamos a la p…Primavera en su sitio, disfrutemos si
podemos algo de ella y no nos dejemos llevar de publicidades interesadas.
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