Pereza









Es un sentimiento de falta de disposición, de atención, de interés, tedio o descuido, para hacer lo que se debe hacer y además es inexcusable.
La religión cristiana, clasifica la PEREZA como  un pecado o vicio capital ya que genera otros pecados. Antiguamente se la denominaba ACIDIA, concepto más amplio que tenía más que ver con procesos de tristeza o depresivos.
Todos los seres vivos que se mueven, tienden a no malgastar energías si no hay un beneficio, que no tiene que ser seguro o inmediato, puede ser algo probable o que se obtendrá en un futuro.
Los seres humanos, tenemos un cerebro muy grande y que consume mucha energía, (20% del total que necesita el cuerpo), tanto si se usa, como si no. No utilizarlo supone un desperdicio de energía. Para evitarlo, una sensación desagradable, “el aburrimiento”, evita dejar inactivo el cerebro y otra agradable “la curiosidad”, mueve al individuo a buscar algún tipo de actividad interesante, aunque no haya una necesidad inmediata.
A las personas que evitan realizar cualquier actividad de las cuales el beneficio no sea al instante se les llama vagas, perezosas, holgazanas, gandules, haraganas o dejadas.
 Existe la idea generalizada de que, en muchos casos, los vagos lo son porque les da la gana, no ponen lo suficiente de su parte o les es más ventajoso ser así.
Puede haber causas médicas para que se comporten así (Autismo, Síndrome de  Asperger, Fibromialgia, Fatiga, Depresión…), ya que estos trastornos cursan con síntomas de PEREZA.
La falta de implicación en una tarea puede ser también por: falta de beneficio en relación al esfuerzo, falta de reconocimiento del trabajo realizado, falta de preparación para realizar la tarea, monotonía personal y laboral…
¡¡¡ NO DECAIGAMOS EN NUESTRAS TAREAS, TENGAMOS AFICIONES, NO NOS ABURRAMOS NUNCA, Y NUNCA CAEREMOS EN EL FOSO DE LA PEREZA!!!

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